Primer
Premio de Hiperbreves Feria del Libro de Madrid
El pasado 8 de junio de 2002 tuvo lugar
en la Feria del Libro de Madrid el Primer Concurso de Hiperbreves Feria del
Libro de Madrid organizado por www.literaturas.com
y Editorial Páginas de Espuma. El primer premio fue para el microrrelato
"Primer amor", de Irene Brea;
además se concedieron dos accésit a los microcuentos "Accidentes mínimos",
de María
Tena, y
"Umbrales", de Javier
Siedlecki.
Disfrutad con su lectura:
PRIMER
AMOR de IRENE BREA
Hace
tiempo, en la copa de un árbol, Wendy regalaba a Peter un dedal y con un
suspiro decía: “toma, un beso”. Entonces él le entregaba una bellota.
Ahora Wendy se ha bajado del árbol y le grita que quiere un beso de verdad.
Peter frunce el ceño, busca en sus bolsillos y se rasca la cabeza hasta que, al
fin, la inspiración lo lleva a sacudir las ramas y a desencadenar la avalancha
de bellotas de la que Wendy se pone a salvo con una mezcla de nostalgia y mal
humor.
I
. Chucherías. Cubrió su corazón de caramelo para que él lo lamiera
despacio. Lo confundió con un chicle y lo masticó.
II.
Azar. Por la noche la ciudad juega a los dados con los automóviles que
chocan en las esquinas.
III.
Soplo. El brillo de tu mirada me quemó las entrañas como sopa caliente.
Debí haberlo consumido con cuchara de postre, a sorbos pequeñitos, soplándote
los ojos.
IV.
Huida. Los pájaros aprendieron a volar aburridos de contarse las penas
en las ramas. Quién tuviera alas de ángel para olvidar las deudas de la vida.
V.
Crédito. Se juraron amor eterno como quien firma una hipoteca. Pagados
los plazos el piso lo ocupó la vecina de enfrente.
VI.
Precaución. Se adentró en el mar para que no se dieran cuenta de que
había engordado. Los tiburones agradecieron su carne y sus complejos.
VII.
Caída. Te llamaré Pedro y atada a esta piedra me hundiré en el océano.
VIII.
Propósito. “Si no me ama, no me merece”, pensó ante el altar
mientras le condenaba de por vida a un matrimonio cristiano.
IX.
Pasiones. Tuvo una vida sentimental intensa: un marido, tres amantes y
dos gatos.
X.
Recreo. Si me esperas llegaré, aunque tenga que volver al colegio donde
nos conocimos. Me reconocerás por las trenzas y los lazos rojos, mi corazón
apenas ha cambiado.
XI.
Frío. Era invierno. Entre las sábanas al pensar en él se dio cuenta de
que hay recuerdos que abrigan como una frazada.
Había
nieve, unos pinos altísimos. Ráfagas heladas de viento, una manada de lobos
persiguiendo a la luna. Hambrientos, caminaban despacio, muy juntos. Todo era
blanco y cansado: la tierra, el cielo, el horizonte indescifrable. Era el final
de un otoño severo. La ventana estaba abierta, esto explica el frío del sueño.
Sin embargo, entró un rayo de luz brumosa por entre las cortinas cuando el último
lobo salió de mi habitación.