De Intemperie se ha escrito:
“De la plenitud del azar y de sus consecuencias parte el sentimiento de Intemperie. De la poesía de lo diario y de la longitud del recuerdo. Del drama. La vida se concentra en un mismo tiempo, ya que presente y pasado flotan en la experiencia de los personajes: muchas mujeres y algunos pocos hombres, todos protagonistas de las vidas ajenas, gracias a la constante evocación. Lo frío, lo tibio y lo ardiente califican las tres estaciones de la pasión, que es el propio cauce y orden del libro, así como el perfil colectivo de sus caminantes: seres perturbados por la rara belleza de la soledad. Delicioso rescate para el primer y último de los actores, el lector, que también aprende a huir.”
(Toni Montesinos Gilbert).
De Care Santos se ha escrito:
“El papel, se sabe, tiene su temperatura de ignición, pero un papel tan bien escrito como éste tarda en arder, por fortuna”
(Javier Goñi, El País, “Babelia”)
“sorprendente agilidad verbal y naturalidad expresiva sugerente y llena de ideas”
(Pilar Castro, Abc)
“eficaces recursos del relato oral, bien escritos y de seguro interés para muchos lectores
(Ángel Basanta, El Mundo, “El Cultural”)
“dominio [...] de la organización de un texto, del ritmo, de las pausas, de los flujos y reflujos de la historia, de los detalles y de las elipsis”
(Miguel Baquero, Literaturas.com).